lunes, 5 de marzo de 2007

Un okupa en mi asiento: resaca del Real Jaén 2 - Baza 0

Ayer no iba a ser mi día, a las 15:30 estaba en la Sierra de Segura, demasiado lejos de la Nueva Victoria. Llegué 20 minutos tarde al partido y decidí abandonarlo 5 minutos antes del pitido final. Una muy mala decisión, lo reconozco.

Dos autobuses bastetanos, a los que se agregaron unos cuantos seguidores del equipo blanquirojo venidos en coches particulares ocupaban el gol norte, lo que obligó a los socios y aficionados del Real Jaén que tienen su localidad en esa zona del campo a emigrar a otro lugar del estadio. Mi tardía llegada al campo me hizo dirigirme a mi lugar habitual. Ningún portero, ni seguridad del estadio me recibió en la puerta. Me colé “directo” a los servicios. Al salir del baño, dos policías nacionales me abordaron. “Me han pillado colándome” –pensé- y blandí mi carné de socio en defensa propia. “¿Aficionado del Real Jaén?” –me preguntaron-. “Sí” –respondí, sin dejar de enseñar el carné-. Amablemente me dijeron: “Diríjase a la primera puerta de tribuna, que este espacio esta reservado para aficionados del Baza”. Gracias fue mi última palabra antes de salir corriendo del gol norte.

Pero mientras obedecía a las fuerzas del orden público en mi cabeza iba dándole vueltas a lo sucedido. No entiendo mucho de medidas de seguridad, pero no me parece una medida acertada que cada vez que una afición del rival se desplaza en más o menos masa a nuestro estadio, los socios tengamos que desplazarnos obligatoriamente de nuestra habitual localidad a otra. Este año han sido tres las veces que nos han exiliado: Córdoba, Linares y Baza. La Nueva Victoria es un estadio suficientemente grande como para que esos detalles tengamos que sufrirlos los socios. Existe una zona en la parte izquierda de preferencia, justo donde actualmente está la publicidad de Cruzcampo donde no hay asientos y que se debería habilitar con las medidas de seguridad adecuadas para situar allí a las aficiones rivales. Si se pretende construir un club con aspiraciones a cotas mayores hay que cuidar esas cosas, porque en una división superior las visitas de aficiones rivales pueden ser una constante y no estoy dispuesto a que cada semana haya un okupa en mi asiento. Quien corresponda que tome note. Gracias.

Exiliado en tribuna, veía al okupa animar al Baza desde mi gol norte. Cuando por fin me hice con mi nueva situación y mire el césped no pude salir de mi asombro. Ros y Xavi Sánchez llevaban, o más bien intentaban, llevar la manija del equipo. Busque a Miki. Habia sido carne de banquillo. Busque la silueta de Manu Busto en el campo y no la encontré. Jordi Vinyals también había relegado al santanderino al duro banco –sus deméritos le han pasado factura-. Los jugones tenian que esperar. En su lugar aparecía Joselito. La aplicación del Artículo 35 para la inclusión en el once titular o su participación con un elevado número de minutos en relación a lo ofrecido por el jugador perteneciente al Recre se me hace cada vez más evidente. Mira que el chaval lo intenta -supongo que eso es lo que el mister valora-, le pone voluntad, que no acierto, pero es que no, definitivamente no. O no se ha adaptado a la categoría, o no se ha adaptado al equipo, o le viene grande o pequeño, quien sabe, porque el talento es a veces difícil de entender por los profanos. El caso es que su comunión con la afición es inexistente y más cuando se trata de sustituir al idolatrado Manu Busto -aunque este aún diste del jugador que nos deslumbró el año pasado y al que esperamos como agua de mayo-. Su cambio de Joselito por Busto, entre música de viento por parte de la afición, fue el triste final para su participación en este partido.


El fútbol es un estado de ánimo y el Real Jaén está depresivo. La presencia de Ros y Xavi en el eje del medio campo denota una clara intencionalidad por parte del entrenador: “No pasarán”. No se podía repetir el fiasco de Cartagena. Cuando el mister da el once, y a pesar de que se juegue de igual manera, los jugadores asumen el rol que entrenador les concede y por extensión la afición al verlo, asume el suyo de igual de manera. La afición que en los dos últimos partidos que en casa había sido el motor del equipo ayer no pudo tirar de él, a mi entender, porque tampoco el equipo le puso la gasolina necesaria para andar. Ayer estuvimos en el teatro.

Tácticamente el Real Jaén empezó y terminó de igual manera, con su ya clásico 4-2-3-1. Pero fue un querer y no poder. Tanto desde el campo como desde el banquillo. Ros y Xavi no eran capaces de hilvanar una sola jugada de manera ordenada, incluso a ratos perdían su posición permitiendo al Baza tener sus opciones al contraataque. Sutil a ratos trataba de hacer de Busto en la media punta y a ratos entraba por la banda intentando superar a su amigo Antonio Galera de manera nada fructífera en ambos casos. Joselito, haciendo de Joselito. David Hernández bregaba sin una sola opción de crear peligro real. Y Antonio Cañadas solo lo intentaba desde lejos. Todo ello se traducía en que todos los acercamiento concluían en lanzamientos lejanos que nada inquietaban al portero Félix Campos porque ninguno fue entre los tres palos. Sólo la casta de Garmendia y Romero hacian aflorar algunos aplausos en la silenciada grada -salvo en la zona de Orgullo Lagarto-. Los cambios de Busto por Joselito, Geni por Hernández y Calderón por Ros dejaron al equipo con Busto en la media punta, Sutil y Calderón en las bandas y Cañadas de medio centro, como en el partido de la primera vuelta contra el Cartagena, cuando se produjo la remontada. Pero poco cambió el panorama.

El fútbol es una transmisión de sensaciones -van dos- y dejar intacta la defensa cuando solo te vale ganar deja un poso de conformidad, a pesar de que a veces algún jugador rompa la disciplina y se salga del guión. La mía ayer era idéntica a la del partido contra el Villanueva. Entonces no entendí y ayer tampoco pude, que ante un equipo con una proyección ofensiva casi nula cuando el partido está expirando -y durante gran parte del segundo tiempo-, el técnico se empeñe en mantener su línea defensiva con cuatro hombres. Creo que el mister deber ofrecer alguna variante cuando los partidos están tan atascados que se presagien las tablas. “Me sobra alguien atrás” -comenté con otro exiliado del norte-. Pero a nuestro mister, a pesar de venir de la “escuela catalana”, a pesar de mamar cruyfismo, no le sobró ni ayer ni contra el Villanueva. Entonces nos costo dos puntos, ojala no los echemos de menos- ayer nos sonrió la suerte.

El Baza aguantó lo que dura un partido, 90 minutos y un poco más. Los exjugadores del Real Jaén que estuvieron en la Nueva Victoria -Galera, Nandi, Gavilán y Luque- cumplieron con el papel que venian a hacer del club que defienden, nunca mejor dicho. Galera fue quien bailó con la más fea, Sutil, y cumplió con nota en el lateral derecho -donde Gay le dijo que debía de jugar-. Luque y Nandi recibieron el reconicimiento por lo servicios prestados durante su época blanca en el momento de ser sustituidos.

La afición iba despoblando la Nueva Victoria, incluso se escuchaba algún grito de “solución, para la afición” porque la cosa pintaba negra. No se esperaba la épica del día del Málaga B porque no había la misma intensidad ni la misma intencionalidad. Sin embargo con el marcador electrónico parado en el minuto 45:00 de la segunda parte llegaron los dos gole. que goles supusieron un estallido para la afición y una liberación para el equipo y que muchos lo celebramos en el coche porque habíamos abandonado ya el campo. Los dos goles pueden haber sido el mejor remedio para la depresión. Sin receta, fuera de plazo, fuera de toda lógica futbolística. El primero porque no es normal ver a Sutil poner un balón en la olla desde un saque de banda para que lo peinase Castellanos y Cañadas sumase su décimo tanto como giennense. El segundo porque la pillería de Sutil convirtió un saque de banda en una magnífica asistencia que dejaba a Manu Busto solo ante Félix Campos para poner el 2-0 en el marcador con una definición magistral. Ayer Sutil hizo con las manos lo que no pudo con los pies.

Pero no nos dejemos hipnotizar por la agónica victoria de ayer porque el equipo no esta bien y no se intuyen tiempos mejores. Solo la concepción anímica del fútbol -van tres-puede hacer que este equipo vuelva a una línea positiva de resultados. La derrota del Linares en el Extremadura nos hace volver a la sexta plaza. Sin embargo la victoria del Cartagena ante al Portuense nos aleja del tercer puesto -seis puntos- por lo que ahora solamente hay una plaza a la que podamos acceder, la cuarta, la que ocupa el Marbella. Cuarta plaza por la que lucharemos cuatro equipos. Más madera que es la guerra.

Hasta aquí lo de ayer. Iba a mencionar algo acerca de la semana que se avecinaba, cuando ya ha pasado una semana del Bruesazo y estamos a menos dos días del posible Hitosazo (7-M), pero esta tarde se han precipitado acontecimientos y eso merece un “Efecto Bruesa (II)”.

2 comentarios:

Johnbo dijo...

Mira que las crónicas de Luichi son buenas, pero vas a conseguir que las tuyas sean mis favoritas. En serio, muy bien escrita.

Te auguro un buen futuro como bloguero y mañana te "bautizaré" en estas lides colocándote un enlace en mi blog (si es que sirve de algo), que hoy es tarde y toca madrugar.

Donde sí que te tengo ya es en los marcadores, para visitarte con frecuencia.

Anónimo dijo...

pues si, otro partido mas que tenemos que emigrar de asiento, y encima el mio permanece vacio, hemose stado cona ficiones como las del granada compartiendo asiento y no pasa nada, pero este año no entiendo a que viene que haya mas antidisturbios que aficionados.
Muy buena tu critica

Sabre reponder con nombre??, primera vez que contesto a un blog