jueves, 22 de marzo de 2007

Pedrolopecina

Cuentan las crónicas de la época que D. Santiago Bernabeu, el histórico presidente del Real Madrid, era muy dado a arengar a los suyos cuando llegaban épocas complicadas o cuando el equipo no estaba rindiendo de manera adecuada a como el que creía que debía de rendir. Es lo que hasta hoy en día se ha conocido como “santiaguinas”.

Ayer miércoles, Pedro López, director deportivo del Real Jaén, se reunió con la primera plantilla de nuestro equipo. El objetivo está claro: concienciar a los profesionales del Real Jaén de la importancia, ya no sólo del partido del próximo domingo ante en el Marbella, sino de seguir “vivos”, deportivamente hablando, cuando llegue el 23 de abril, justo tras la visita al feudo del equipo coprovinciano.

Pedro López, constituye uno de mis primeros recuerdos futbolísticos en el vetusto y añorado Estadio de la Victoria. En la inauguración el pasado sábado del remozado campo de fútbol de Las Fuentezuelas –impresionante el campo, falta le harian a esta ciudad más instalaciones de este tipo-, esos recuerdos volvieron a mi mente cuando lo volví a ver vestido de corto en el eje de la defensa junto a Pascual, Rafa Lendínez, …

Pedro López, era, sin duda, el más indicado para dar la “santiaguina” a la plantilla. Es uno de los nuestros. Siente como el futbolista, le agrega la especial idiosincrasia que confiere ser historia viva de nuestro Real Jaén y hoy –independientemente de su cargo- sufre como un aficionado más. El, puede hablarle a la plantilla de fracasos deportivos –como el que subtitula este blog- y como repercutieron tan duramente en la afición, que a día de hoy, demasiados años después, aun se notan sus efecto negativos. Nadie mejor que el, para transmitir, con la serenidad que dan los años, la necesidad que tiene la entidad, que tiene la afición, de aferrarse a este momento deportivo que nos permita luchar por reverdecer tiempos no demasiados alejados donde nuestro equipo era un habitual de promociones, de ascensos -y descensos-, al fin y al cabo, un equipo que era respetado por lo que hacía en el campo.

Ojala haya calado en la plantilla su mensaje acerca la de trascendencia del momento y su responsabilidad sobre el mismo, del compromiso que tienen que tener con la institución más allá del ser unos asalariados de la misma, de comprender que cada domingo, hasta final de temporada, cuando se pongan la blanca con ese escudo, lo harán en pos de un sueño ajeno, de nuestro sueño, lo harán por cada uno de nosotros, que alguna vez fastaseamos con escuchar el himno al pisar el verde mientras el publico lo coreaba y el destino a ellos sí les dio la oportunidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nuevos tiempos jaeneros,de los que de verdad sienten el equipo, se vislumbran tras el cambio de caras, ojala consigamos estar en la liguilla, pero sino lo estamos el año que viene seguro que tendremos un buen equipo con el que ascenderemos