Partido de ida de la primera eliminatoria de la Copa de la Real Federación Española para el actual campeón y tortura para los irreductibles aficionados que decidieron desafiar a la desapacible noche de finales de noviembre. No se perdieron nada el resto que optaron por quedarse en casa, de hecho hasta casi pienso que lo hicieron mejor que yo.
Creí leer en algún sitio que la Copa Federación serviría a Cervera para dar la oportunidad a los que vienen arreando por detrás. Traducido, y así lo compartíamos con los compañeros de charla futbolística jaenera semanal, que hoy se barruntaba "revolución" en el once, con mucho imberbe ávido de gloria.
Pero el acta de reclutamiento ya dejaba entrever que todo iba a quedar en una declaración no cumplida de intenciones: solo Crespo y Carlos figuran entre los elegidos. Ramón y De la Heras dormían el sueño de los injustos.
Y llegado el momento de la verdad, el general Cervera olvidó enarbolar la bandera y llamó a filas a los de siempre: Jara, Moyano, Castellanos, Espín, Calderón, Ros, Mena, Alex García, Solabarrieta, Galdos y Toledo. En la retaguardia: Tejera, Fran Machado, Esparza, Carlos y Crespo.
A cinco minutos del final y estando el rival con uno menos desde el 67 entraba en el campo Crespo. En el 65 ya lo habían hecho Esparza y Machado para intentar hacer doblar la rodilla al rival que aún aguantaba con su portería a 0. Para Crespo esos cinco minutos habrán vuelto a ser lo más, mientras los demás nos hemos quedado con ganas de más.
No es para escandalizarse, es la misma historia del año pasado cuando el inquilino del banquillo era el hombre del traje de rayas, solo que agrabada por las circunstancias médicas que hacen de la cortedad de la plantilla un handicap adicional para la confección de un once de garantías para el tan cacareado objetivo final de "ser campeones de grupo" -a día de hoy muy lejos en el corazón y mas aún en la cabeza-. Sin embargo la Copa pide otro trago, aplicación de filosofía futbolística barata: "El domingo me cargaría a todos los jugadores. El martes, sólo a ocho. El jueves creo que los culpables son sólo dos o tres. Al final acaban jugando los mismos once c..... de siempre". John Benjamin Toshack, entrenador del Real Madrid.
Y yo me pregunto ¿cuánta libertad de mando habrá tenido el General Cerverá para ejecutar su plan de hoy y cuánto habrá influido el Capitán Sánchez y su cálculo presupuestario como revalidador tricampeonísimo de la Copa de la RFEF?
A propósito. Resultado final: paupérrimo 1-0 al líder del Grupo X de Tercera división. Y aún nos queda la vuelta, amigo Jaraices. Para olvidar el fútbol y resto.
