Tranquilizado
Menos mal. Las aguas vuelven a su cauce. Ya solo toca pensar en el Marbella -si es que los marbellíes saltan al campo el próximo domingo a eso de las seis de la tarde-.
Y las cosas tienen que seguir así hasta que esto acabe. Carlos Terrazas tiene su carácter, pero no es el momento oportuno para provocar que los medios de comunicación, los que cada día llevan a la afición lo que pasa en el equipo, se echen de encima de nuestro entrenador. En tiempos de Cruyff lo hacía para descargar de presión a sus jugadores. Pero ni Terrazas es Cruyff, ni esto es el Barca.
Cuando acabe la temporada que cada uno se cobre los réditos que quiera. Ahora sólo es el momento de pensar en el equipo, en la entidad, hasta en el mismo estadio cuyos cimientos nunca han sentido la emoción de un playoff. Pero sobre todo es el momento de la afición que después de tantos años se merece disfrutar de la posibilidad estar ahí, de soñar, de imaginarse que la temporada que viene en sus mangas se vuelve a dibujar el logo de la LFP.