miércoles, 18 de abril de 2007

Give football a chance

Desconozco si a John Lennon le gustaba el fútbol mucho, poco o nada, pero ayer en la Peña Linarejos que acogió el encuentro entre colectivos del C.D. Linares y del Real Jaén C.F. previo a la disputa del derby del próximo domingo, a los asistentes sólo nos quedó entonar el himno pacifista –Give peace a chance (Dad una oportunidad al fútbol)- escrito por el exbeatle en el año 1969. Yo diría, démosnele al fútbol, y a la gente que está alrededor de el -como los que ayer estuvimos en Linares de una y otra parte-, la oportunidad de demostrar que hay mucho más allá de lo que desde la lejanía solo produce el miedo por el desconocimiento.

Ahora, sólo hace falta que 8.000 personas tengan tan claro, como los sesenta que estuvimos ayer allí, que el domingo vamos a una fiesta, que cada uno va a animar a los suyos, y que en ningún caso vamos a permitir que nadie nos la agüe.

Los propios jugadores que estaban allí, Óscar Benito, Chico y Dani Bouzas por parte del C.D. Linares y Carlos, representando al Real Jaén, confirmaron mis impresiones. A un jugador lo que más le llega, los que más le motiva es cuando escucha a su afición animar a su equipo. En cambio,
cuando los cánticos más que para animar se dedican a despreciar o insultar al rival, cuando notan que en la grada pasa algo que pueda ser semilla de violencia, el efecto que produce en ellos es justo el inverso. En esa grada están sus amigos, sus familiares y como es normal, su cabeza deja el césped y se va a la grada. El espectáculo se resiente. Por eso, por disfrutar de lo que se paga en toda su intensidad, los gritos de ánimo que convendría escuchar el domingo en uno y otro fondo, sólo deberían ir encaminados a alentar al color de la camiseta que cada uno defienda. Quien tenga más voz que grite más fuerte, ese debe ser el reto.

Otra cosa será lo que pase antes y después del encuentro.

Antes, habrá unas cuantas horas por delante hasta que el árbitro de comienzo al choque. Tiempo más que de sobra para que, como Carlos comentó ayer, un enemigo común haga su aparición: el alcohol. El fútbol, cual verbena popular, sólo servirá de excusa, donde el alcohol desinhibirá a los tíbios de corazón, y como en el baile final de la verbena, y si nadie quiere bailar con ellos, dediquen su tiempo a entrometerse entre las parejas que sí disfrutan de la fiesta.

Después del final llegará, quizás, el momento más crítico, cuando los necios intenten liberar sus frustraciones contra quien consideran responsable de su derrota, sin pensar que todo lo que haya pasado, sólo habrá sido efecto de un juego y que la responsabilidad última, en todo caso, habrá estado en la habilidad de Catanha o Hernández para hacer que el balón traspase la línea de gol del equipo contrario. Alguien del colectivo Dos de Bravas Dos del C.D. Linares lo definió perfectamente: saber perder. Yo lo tengo muy claro. Como los entrenadores que preparan sus partidos independientemente del rival, la sensación que me puede producir no ganar al C.D. Linares es la misma que me produjo empatar con el Sevilla At., silencio y resignación porque los míos no han ganado, sin pensar en quien me ha derrotado. ¿Ganar? Debe ser la leche, pero por eso mismo, porque se como siente el perdedor, tengo 50 kms. para disfrutarlo.

Tres puntos. Son sólo eso. Magnificados, sin duda, este año por la privilegiada posición que ambos clubes ocupan en la tabla. Tres puntos tan importantes como los que C.D. Linares o Real Jaén C.F. han puesto en liza ya contra otros rivales. Es evidente que nosotros nos jugamos más en el envite, simplemente, porque no sacar algo positivo del fuedo linarense significa renunciar casi por completo a nuestras, hasta hoy, legítimas aspiraciones de jugar las eliminatorias.

Más allá de lo deportivo, ganar significa socialmente, que el lunes, cuando llegues a tu oficina, cuando te sientes con tu compañero de pupitre en la universidad, cuando te tomes un café y se lo pidas a tu camarero de toda la vida, podrás decirle buenos días con una sonrisa algo más amplia de lo habitual porque tu equipo gano y el suyo salio derrotado. Pero ¿si el lunes no le desprecias, no le agredes, porque vas a tener que hacerlo el domingo?

Yo ayer, antes, durante y después del encuentro, disfrute conversando y escuchando a gente que solo hablaba de fútbol. FUTBOL y nada más.

1 comentario:

Unknown dijo...

Pero al final te animas a ir o no? jejeje. Ya empezamos como la semana pasada, los nervios comienzan su ataque ante el crucial partido del domingo. Que importante una victoria para los que sufrimos tanto por el Real Jaén, ganar supone euforia, supone adelantar al linares y supone volver a tener esperanza de llenar la victoria la semana siguiente ansiosos por otra victoria...

En cuanto a los incidentes esperemos que no se den, esperemos que los dedos de los coherentes señalen en todo momento a los animales de uno y otro equipo y no les rian las gracias...

Nos jugamos la última carta, ¿¿será lo suficientemente alta???

¡¡¡ HALA JAÉN !!!